Aunque los pueden utilizar personas de todas las edades, es recomendable gozar de buena forma física.
Los rocódromos están equipados con enganches y seguros. El uso de cuerdas de seguridad en todo momento, compartir el espacio con muchos escaladores, descartar los problemas del clima y la irregularidad de la roca natural… permite a los aficionados con poca experiencia una práctica muy satisfactoria.
Una o dos horas en el rocódromo, tres o cuatro días por semana, mejorará rápidamente tu estado físico general, así como tu fuerza específica para escalar.
Son importantes los estiramientos, tanto antes como después de la actividad. El cuerpo se somete a una tensión muscular tan alta que, si no, habría riesgo de falta de elasticidad y contracturas.