Técnica básica:
- Nunca deberemos soltar el hidrospeed. Éste es nuestro único punto de apoyo, protector y flotador.
- Para introducirnos en el agua caminaremos de espaldas a ella, nos colocaremos en contra de la corriente y trataremos de coger impulso corriente abajo, moviendo las piernas y tratando de alcanzar el centro del río, donde habrá más caudal.
- Una vez en el agua debemos colocar la cabeza lo más alta posible, de manera que podamos visualizar perfectamente todo lo que se ponga delante de nosotros.
- El movimiento de avance se realiza con las piernas, acentuándose para conseguir mayor velocidad en los rápidos.
- Para girar orientaremos la tabla hacia la dirección que queremos tomar, mientras colocamos las piernas hacia el lado contrario. En caso de que la corriente sea fuerte, bajaremos el pie izquierdo y subiremos el derecho para girar hacia la derecha y viceversa.
- En el caso de que nos encontremos de súpito con un obstáculo, deberemos agarrar el hidro con la mayor fuerza posible, utilizándolo como escudo de protección. Al tiempo separaremos al máximo la cabeza de la tabla para evitar un encontronazo.
- En caso de vuelco, para volver a la posición inicial, estiraremos un brazo con fuerza al tiempo que realizaremos un giro de cadera que nos permitirá subir y dar la vuelta con un único movimiento.
- La mayor dificultad la podemos encontrar a la hora de parar. Para ello deberemos romper la corriente, metiéndonos en contracorriente, para ello cruzaremos la espuma blanca y nos meteremos en el remolino que sube hacia la roca, será la propia contracorriente la que nos frene.
- Hay que tener en cuenta que la parte exterior de las curvas lleva más corriente, por lo que deberemos evitarla.
- En las grandes piedras y en las curvas interiores el agua se remansa, son por tanto lugares perfectos para descansar.
- Si deseamos realizar una parada, evitaremos las orillas ya que la presencia de árboles y ramas puede supone un peligro constante.
- Cuanto más estrecho es el río, mayor corriente.