Los monitores de los deportes de riesgo deben ser personas con una gran preparación física, preferiblemente jóvenes y que conozcan perfectamente el deporte a realizar. Estos profesionales tienen una responsabilidad muy grande a su cargo antes, durante y después del desarrollo de la actividad.
Las empresas contratistas exigen siempre una titulación específica, suelen preferir a alguien especializado en uno o dos deportes, con una gran trayectoria dedicada a ello, pues es más difícil encontrar a alguien especializado en todos los campos y además con amplia experiencia como condición indispensable.
Las empresas deben respetar el número máximo de clientes por monitor y los monitores deben saber con cuántos clientes pueden trabajar de manera segura. Además el monitor tiene que ser consciente de los deportes que no se pueden practicar con determinadas condiciones meteorológicas.
El equipo y material necesario para realizar la actividad debe estar homologado por los órganos competentes y reunir las condiciones óptimas para su uso. El monitor tiene la obligación de ser consciente de ello y saber cuándo un material no está en condiciones de uso. Es responsabilidad de la empresa mantenerlos en buen estado.
Tanto el monitor como los clientes tienen que contratar un seguro de responsabilidad civil, como mínimo. Normalmente las empresas como condición obligatoria aseguran al monitor y en el precio de la actividad va incluido el seguro para el cliente.
(fuente internacional.universia.net)