
En el vuelo cautivo,
el globo asciende verticalmente unos metros para volver a descender hasta el suelo. Se trata de anclar el globo con tres cabos de unos 35 metros y hacer ascender y descender unos veinte o treinta metros, o simplemente dejarlo en el suelo y utilizarlo de reclamo publicitario como una gran pancarta. La idea está destinada a eventos, cumpleaños, convenciones o actos publicitarios.
La duración de esta modalidad suele durar de una a dos horas y con la cual se pueden subir de 50 a 80 personas y poder disfrutar de las espléndidas vistas.
Su precio suele rondar los 1.000 euros.