- Equilibrio: Es la primera condición que debe superar un piragüista. Nos ayudaremos de los estabilizadores de tronco (músculos paravertebrales, dorsales anchos, lumbares y abdominales). También cumpliremos esta función indirectamente con los músculos de las piernas.
- Musculación: La técnica y la habilidad de cada piragüista en cada palada le servirá para transmitir la máxima fuerza de empuje a la embarcación e intentará realizarlo con el mayor ahorro de energía posible. Esta técnica hará que se realicen movimientos multiarticulares de gran intensidad y largo recorrido, activando la musculatura en brazo y espalda.
- Simetría: Será vital para evitar lesiones, por lo tanto tendremos que estar al tanto de la técnica para prevenir molestias o dolores.
- Natación: Para la práctica del piragüismo es muy recomendable dominar la natación y al tiempo que seguimos las precauciones necesarias como; no salir al agua solo y llevar siempre el chaleco salvavidas.