Los ciclistas experimentados saben que no se puede simplemente montar la bicicleta y manejarla en la ruta deseada. Antes del viaje la cosa más importante es una planificación adecuada.
- Elegir a dónde queremos ir y qué tipo de camino tenemos que superar, para luego pensar en el equilibrio entre esfuerzo y el tiempo para descansar durante la ruta.
- Observar nuestras bicicletas y explorar si los neumáticos tienen suficiente aire, y si los frenos y el volante están listos para evitar un accidente innecesario.Debe tener 18 o 21 velocidades(si son 21, mejor, porque vamos a tener más opciones para cambiar el ritmo de pedaleo). Colocar correctamente el asiento y tener un casco homologado para evitar lesiones en el camino.
- Llevar una cantidad adecuada de bebidas energéticas para ayudar a recuperar la fuerza y rehidrarse rápidamente; por lo que debemos contar con el portabidón y los bidones o caramañolas.
- Dado que posiblemente se nos haga de noche pedaleando, es importante acoplarle a la bici luces delanteras y traseras. Es recomendable emplear luces halógenas para alumbrar el camino y focos titilantes para la parte trasera.
- Junto con la hoja de ruta en la cual debemos trazar el recorrido, las ciclocomputadoras serán de suma utilidad a la hora de medir la travesía en números. Además, si el trayecto abarca zonas montañosas, un altímetro puede ser de gran ayuda.
- Debemos llevar, al menos, un juego de cubiertas y cuatro cámaras, si es posible, con líquido antipinchaduras. También varios parches, pegamento y juego de llaves allen. Tampoco hay que olvidar el inflador, imprescindible para toda salida.