Los riesgos más comunes son los relacionados con las condiciones metereológicas de los lugares, que pueden cambiar de un momento a otro, y que causan cierres o pegues de la vela, para lo cual se hace necesario la pericia del deportista que debe aprender a maniobrarla hasta darle estabilidad nuevamente, o utilizar el paracaídas de emergencia, en casos extremos.
Así mismo, estas situaciones pueden causar aterrizajes forzosos en otros lugares, que deben ser detectados con anticipación, luego de un estudio de la zona de práctica.